Como empresa socialmente responsable, SuperGIROS se ha caracterizado por solidarizarse con las regiones y comunidades vulnerables, con aquellas zonas apartadas que han sufrido, entre otros factores, las consecuencias de la violencia y de los desastres naturales.     

Muestra de ello es la reciente travesía que se realizó en compañía del Gobierno Nacional recorriendo, durante 10 horas, el desierto de La Guajira para llevar los subsidios del programa Familias en Acción de Prosperidad Social, a la comunidad indígena Wayúu que habita en el extremo norte de Colombia, en el corregimiento de Nazareth, departamento de La Guajira.    

“Con la entrega masiva de estos 1.338 pagos del programa de Prosperidad Social, mejoramos la calidad de vida y aportamos positivamente a la curva de desarrollo de los niños de Nazareth, uno de los 58 municipios que conforman la Colombia profunda. Además, contamos con el apoyo del Ejército Nacional de Colombia para que los subsidios llegaran vía aérea y segura a la zona”, comentó Luis Fernando Ariza, Gerente General de SuperGIROS Guajira.    

Para Ariza, el principal propósito es seguir impactando a más comunidades. “Con SuperGIROS llegamos donde nadie más llega, lo que nos facilita atender a las poblaciones que se encuentran en lugares de difícil acceso. Por ejemplo, también hemos realizado entregas masivas de los subsidios del Programa de Prosperidad Social Colombia Mayor, llevándoles a las personas de la tercera edad sus subsidios a domicilio, a hogares geriátricos y casas de cuidados médicos ubicados a lo largo y ancho del país, desde Maicao, Uribia o Albania en la Guajira, hasta el municipio de Tauramena, en el Casanare, o El Charco, en el departamento de Nariño”.    

La propuesta de valor de llegar donde nadie más llega, la vemos materializada también con iniciativas como Cine al Parque, en la que la empresa de giros postales llega a las localidades más vulnerables y a rancherías apartadas de Manaure, Dibulla y Riohacha con cine, en especial con películas para los niños de la comunidad.   

También se ha llevado hasta Manaure, municipio reconocido principalmente por las salinas marítimas y que, de hecho, con poco más de 120 mil habitantes, tiene la población más grande del desierto de La Guajira, carrotanques con agua para que la comunidad pueda provisionarse con este líquido, tan preciado y escaso en la región.   

En otras regiones como Sucre, Norte de Santander y Caquetá, en alianza con La Armada de Colombia, se han llevado más de 50 toneladas de ayudas humanitarias, entre mercados, suplementos nutricionales, desparasitantes, antigripales, vitaminas, colchonetas, elementos de construcción y medicamentos para más de 25 mil familias de los municipios de Majagual, Guaranda, Sucre-Sucre, Caimito, La Unión y San Marcos, quienes perdieron sus casas, cultivos y ganado debido a las inundaciones provocadas por el fenómeno de La Niña.  

En Hacarí, municipio fundado en lo más alto de las montañas del Catatumbo, a 266 kilómetros de Cúcuta, sus habitantes aún celebran la instalación de 13 parques infantiles que se realizaron y la dotación para 64 sedes educativas con implementos deportivos, como balones, aros y tableros de baloncesto; mallas y balones de microfútbol; balones de fútbol, pitos, cronómetros, petos, kits de tarjetas de árbitro; hula hulas, cuerdas de saltar, colchonetas; balones, mallas y postes para voleibol; mesas, bolas y paletas para ping pong, con los cuales aproximadamente 3.000 niños y adolescentes comenzarán a escribir una nueva historia en la que los protagonistas serán la recreación y el deporte y no el conflicto armado que desde inicios del siglo XX les había quitado oportunidades.    

Y en el sur de país, en Caquetá, la comunidad aún comenta que la ayuda de SUperGIROS fue un pilar fundamental para que regresara la movilidad a la zona rural de Cartagena del Chairá. En noviembre de 2022 se inauguró el puente Las Marimbas, con el cual cerca de 3.300 campesinos de 125 veredas de Cartagena del Chairá y de San Vicente del Caguán ahora están intercomunicados de manera terrestre y segura. La nueva obra resiste 36 toneladas y reemplaza un puente construido en madera por los lugareños.